El Colegio Profesional de Educadoras y Educadores Sociales de La Rioja informa de la publicación de un manifiesto en el que defendemos la escuela como espacio de convivencia, respeto e inclusión, tras la reciente noticia sobre la prohibición del uso del velo en un instituto de Logroño.
Junto a este manifiesto, compartimos también un cuento escrito por Juan Latasa, que invita a la reflexión sobre la diversidad, la libertad de conciencia y el valor del diálogo en la comunidad educativa.
Ambos textos refuerzan nuestro compromiso con una escuela riojana plural, democrática y justa, que garantice los derechos fundamentales de todo el alumnado.
CUENTO DE JUAN LATASA.
En el Instituto Valle del Ebro convivían estudiantes de muchos orígenes distintos. En las aulas de 1o a 4o de la ESO había chicas que llevaban hijab y otras que no. Algunas lo hacían porque lo sentían como parte de su cultura, otras por convicción religiosa, y también había quienes lo usaban porque sus padres lo exigían. Mientras tanto, la mayoría de sus compañeras y compañeros, de familias cristianas, agnósticas o sin interés en la religión, no llevaban ningún símbolo especial.
El problema apareció cuando la directora recordó que el Reglamento de Organización y Funcionamiento del centro prohibía cubrir la cabeza dentro del aula. La norma estaba pensada para evitar gorras y capuchas, pero ahora se aplicaba también al hijab. Amina, de 3o de la ESO, se negó a quitárselo: “Es parte de quién soy”, dijo en voz baja, mientras algunos compañeros la miraban con curiosidad y otros con incomodidad.
El claustro convocó un consejo escolar extraordinario. Allí, los profesores debatieron sobre la dignidad de la persona y la libertad de conciencia, recordando lo que dice la Constitución: que cada estudiante tiene derecho a expresarse y a mostrar su identidad. Algunos insistían en que las normas eran iguales para todos. Otros, en cambio, creían que la escuela debía enseñar también a respetar las diferencias.
Un día, durante el recreo, se organizó un círculo de diálogo con alumnado de todos los cursos. Paula, que no practicaba ninguna religión, levantó la mano y dijo: “Para mí el hijab es como un símbolo. No lo entiendo, pero respeto que Amina lo lleve si ella quiere. Lo que me molestaría es que la obligaran”. Sofía, cristiana, añadió: “A veces también me han mirado raro por llevar una cruz en el cuello. Al final, se trata de dejar a cada uno ser como es”.
Entre dudas y tensiones, el grupo descubrió algo importante: no todas las chicas con velo lo llevaban por las mismas razones. Algunas, como Samira, explicaron que era su decisión personal. Otras, como Hajar, confesaron que lo hacían porque su familia se lo pedía. Y también estaban quienes lo usaban como un gesto de pertenencia a su cultura, sin una intención religiosa clara. El debate se llenó de matices.
El instituto acabó aprobando un acuerdo: la norma general de no cubrir la cabeza se mantendría para gorras y capuchas, pero se haría una excepción con el hijab, reconociendo la libertad de conciencia y el derecho a la identidad personal. Eso sí, también se reforzarían las tutorías y el acompañamiento, para garantizar que el uso fuera siempre voluntario.
Aquella tarde, cuando Amina cruzó el pasillo con su hijab azul marino, sintió que la miraban de otro modo: ya no como una rareza, sino como alguien que había abierto una conversación difícil, pero necesaria. Al fin y al cabo, en el instituto se aprendía no solo matemáticas o historia, sino también a convivir, y esa lección era quizás la más valiosa de todas.
Desde el CEESRIOJA hemos participado en la concentración de denuncia del genocidio que el Estado de Israel está consumando en Gaza, exigiendo a las Administraciones que hagan todo lo posible para detener esta masacre y sancionar esta vulneración de los Derechos Humanos.
El Colegio Profesional de Educadoras y Educadores Sociales de La Rioja manifiesta su más enérgica condena ante la grave agresión sufrida por una compañera en el ejercicio de sus funciones en un piso tutelado del barrio bilbaíno de Txurdinaga. Según las informaciones disponibles, la profesional fue atacada con un arma blanca por un menor de 16 años durante su turno nocturno, resultando con heridas en el cuello y otras lesiones de carácter defensivo. Actualmente, se encuentra fuera de peligro tras haber sido atendida en el hospital de Basurto.
Este lamentable suceso no constituye un hecho aislado, sino que refleja una preocupante tendencia de incremento de situaciones de riesgo en los centros de protección de menores. La falta de recursos adecuados, la insuficiencia de personal y la carencia de protocolos de seguridad eficaces agravan la vulnerabilidad de los profesionales que desempeñan su labor en estos contextos .
Desde el CEESRIOJA, queremos expresar nuestra total solidaridad con la educadora social agredida, así como con su entorno profesional y familiar. Hacemos extensivo nuestro apoyo a todo el colectivo de educadoras y educadores sociales que, día tras día trabajan en condiciones laborales que, en demasiadas ocasiones, comprometen su seguridad y bienestar.
Por ello, exigimos a las administraciones competentes:
La implementación inmediata de medidas de seguridad eficaces en los centros de protección de menores.
El refuerzo urgente de las plantillas para garantizar una atención adecuada y segura, tanto para las personas menores como para quienes trabajan con ellas.
La revisión y actualización de los protocolos de actuación ante situaciones de riesgo.
La provisión de formación continua y especializada en gestión de conflictos y prevención de agresiones para el personal educativo.
Una reflexión profunda y una revisión estructural de los sistemas de protección de menores, con un enfoque centrado tanto en los derechos de las personas menores, como en la seguridad y dignidad de los y las profesionales que les acompañan.
La educación social es una profesión esencial para la cohesión y el bienestar social. No podemos permitir que quienes la ejercen sean objeto de violencia o desarrollen su labor en condiciones que comprometan la integridad.
Desde el CEESRIOJA reiteramos nuestro firme compromiso con la defensa de los derechos laborales, la dignidad profesional y la seguridad de las educadoras y educadores sociales. Nos sumamos activamente a cuantas iniciativas promuevan entornos de trabajo justos, dignos y seguros.
El domingo pasado ,6 de julio se emitió el nuevo podcast donde participaron Juan Latasa y Jesús Alonso en Cadena Ser La Rioja, dentro de nuestra sección «Aprender a convivir», el tema que trataron fue «El verano como época de aprendizaje», donde explicaron la labor de la Educación Social en campamentos, ludotecas o campos de trabajo.
El viernes 19 acudimos a la concentración contra la Violencia de género invitados por la Concejalía de Igualdad. La lectura del manifiesto fue a cargo de Cruz Roja,Rioja Acoge, Movimiento por la Paz y ACCEM coincidiendo con la celebración del Día Mundial de las Personas Refugiadas.
El viernes 6 de junio parte de la junta del CEESRIOJA se reunió con la Rectora Dra. Dña. Eva Sanz Arazuri y con la Vicerrectora de Coordinación Académica y de Calidad Dra. Dña. Montserrat Mendoza Villena para la necesidad y la solicitud de la inclusión del grado de Educación Social en La Rioja.